La conservación de la Biodiversidad es un camino que nos posibilita avanzar hacia un plan más sostenible contribuyendo a minimizar el impacto negativo que la mano del hombre genera en el ecosistema.
Entre las alternativas y cuidados a tener presente se pueden mencionar:
- Invertir en infraestructura verde.
- Producir alimentos, materiales y energía de forma sostenible.
- Consumir agua de manera racional y eficiente para un mayor aprovechamiento.
- No causar impacto alguno cuando se visiten espacios naturales.
- Optar por productos que conlleven un impacto reducido al medio ambiente.
La biodiversidad aporta una serie de beneficios, entre ellos: alimentos, agua dulce y suelos fértiles que sustentan nuestra comida, necesaria para sobrevivir, medicinas y fibras textiles para cuidarnos y vestirnos y otras materias primas.
Los ecosistemas sanos actúan de reguladores de nuestro clima y absorben CO2, purifican el agua que consumimos, controlan las inundaciones y frenan la erosión.
En definitiva, nuestra subsistencia y nuestra calidad de vida dependen del mantenimiento de hábitats y ecosistemas vivos y sanos.
Actualmente, los factores que emergen a las causas de pérdida de la biodiversidad se basan en el consumo desmedido y en un modelo económico en el que el uso de recursos y la producción de bienes no dimensionan los límites que la misma naturaleza nos impone ni las consecuencias que en el mediano y largo plazo pueden aparecer.
Entre las amenazas a la biodiversidad podemos encontrar:
- La urbanización, la construcción de infraestructuras y la deforestación, que actúan en el suelo y conllevan una serie de cambios, de suelo natural a artificializado.
- La contaminación y degradación de los ecosistemas a causa de la producción industrial y prácticas agrícolas y ganaderas intensivas e insostenibles.
- El cambio climático, como consecuencia del uso de combustibles fósiles.
- Las especies exóticas invasoras.
Si descuidamos la biodiversidad, la herencia y la vida de las generaciones futuras se verán afectadas considerablemente y no es ni más ni menos que por responsabilidad del impacto del accionar del hombre. En síntesis, conservar la biodiversidad es un camino a cuidar y en el que debemos crecer.